Cuando tenemos que afeitarnos pero también tenemos la piel llena de acné, puede ser realmente un calvario. Cuando esto sucede, siempre acabamos con la piel muy castigada y con heridas por todos los lados, por eso, hoy vamos a daros una serie de consejos para intentar evitar esto, en la mayor medida posible.
Podemos empezar lavando la cara con agua tibia, para ir ablandando los poros y que el afeitado sea menos agresivo. Con ese simple gesto, evitaremos pasar la cuchilla varias veces por la misma zona.
Aplicaremos un jabón específico para acné o uno neutro, haciendo con él un ligero masaje por todo el rostro. Después de este otro paso, ya pasamos al afeitado propiamente dicho.
Será un proceso muy lento, así que es mejor hacerlo con tiempo. Una vez que hayamos terminado, volvemos a lavar el rostro con el mismo jabón y lo enjuagaremos con agua fría. Un poco de aloe vera no nos vendrá mal para regenerar e hidratar la piel.