Si te acabas de hacer un tatuaje, no te creas que está todo hecho, sino que ahora empieza un trabajo que consistirá en cuidarlo para que el dibujo se quede perfecto y además, para que nuestra piel y nuestra salud, en general, no se vea afectada.
Primero, lo que debes de hacer es tenerlo fuera de los rayos del sol, aunque, en esta época, tampoco es del todo complicado. Lo que debemos de conseguir es que no se infecte, porque realmente es tan delicado como una herida.
Mantendrás la gasa en la zona durante unas horas, luego, lo lavaremos con jabón neutro, varias veces al día y usaremos una crema para que cicatrice bien. El aloe vera es realmente vital para estos casos.
Sécate siempre con una toalla muy suave hasta que poco a poco, la herida se vaya curando. Una vez haya cicatrizado, tendrás que echarle crema hidratante, pero sin alcohol. Con estos simples pasos harás que tu tatuaje y tu piel luzcan mejor que nunca.