Siempre recuerdo cuando de pequeños nos sacaban al encerado (eso sí me gustaba), o cuando nos mandaban leer alguna redacción en alto (esto ya no tanto…). Al ir creciendo y seguir estudiando, te toca exponer numerosos trabajos delante de mucha gente y peor son…unas oposiciones. Con esto quiero decir, que mucha gente tiene pánico a hablar en público y desde luego, no hay técnicas infalibles para quitar estos miedos y que todo salga estupendo, pero sí podemos dar unos consejos para que todo vaya un poco mejor.

Lo primero es saber para qué clase de público vas a hablar y preparar una buena presentación, es decir, el tema que vas a exponer y los puntos a seguir. A veces cuando pensamos que estamos más nerviosos y que no estamos transmitiendo lo que queríamos, no es así, por eso, lo mejor es grabarse y ver el resultado.
Lo mejor es empezar el discurso con una especie de resumen para atraer la atención del público, por eso, lo mejor es contarlo de una manera sencilla y atractiva para ellos, como si narraras una película que te ha entusiasmado, incluso, podemos relatar algún asunto de actualidad y luego enlazarlo con el tema previsto.
No debemos de pensar en que lo estamos haciendo mal, que no sacaremos el tema adelante, etc. Debemos de transmitir nuestras ideas y la gente lo aceptará como tal. En las manos, lo mejor es un bolígrafo o tus gafas, si las llevas, para tenerlas distraídas durante un rato. Todo saldrá a pedir de boca.