Sin lugar a dudas, ya sea en el trabajo o en la Universidad, el tener que hablar en público pone a más de uno muy nervioso. Esto lo causan las inseguridades, el temor a equivocarnos o hacer el ridículo, etc, pero siempre hay una solución para todo ello.
Debemos de controlar esos nervios y una de las mejores maneras de hacerlo es preparar bien nuestro discurso. De esta manera, iremos un poco más seguros y ante la seguridad, hará que nos tomemos más confianza. Si comente algún error, siempre es bueno enmendarlo con una broma.
Intenta verle el lado positivo y es que, muchas de las personas que están sentadas, escuchándote atentamente, les pasaría lo mismo si estuviesen en tu lugar. Si tienes miedo a quedarte en blanco, debes de memorizar por lo menos, unas cuatro o cinco frases.
Para vencer cualquier miedo, debemos de enfrentarnos a él, por eso es bueno que practiques tu discurso siempre que puedas, pero no llegues a obsesionarte, porque todo saldrá bien y si no es así, aprenderemos de ello.