Una vez más, ya tenemos otro de los desfiles que nos ponen los dientes largos, pensando en la primavera del año 2013. Aunque, en esta ocasión y contra todo pronóstico, parece que se mantienen los colores del frío invernal y no, los tonos vibrantes a los que estamos acostumbrados.
La colección está claramente protagonizada por el blanco y el negro, aunque también es cierto que, dentro de un pequeño espacio, hay lugar para camisas con estampados en colores azules y rosa.
Trajes en tonos oscuros, con pantalones de talle alto, que en ocasiones se combinan con camisas negras, de finas telas. Las corbatas son uno de los accesorios indispensables, que aparecen muy finas, también, otro complemento que no puede faltar, son las sandalias.
Lanvin nos propone unos cortes modernos y actuales, de ahí que algunos de los acabados sean en brillo o estampados florales. Un desfile de tonos sobrios, pero con pinceladas deslumbrantes.